Tras hacer un curso de escaparatismo , el mejor curso de mi
vida, y dar clases de diseño, aprendo a aplicar volúmenes sobre papel,
volúmenes que luego son aplicados a un entorno virtual.
En esta etapa se produce
el salto entre la ilustración plana, a la ilustración tridimensional.
Ahora lo que me interesa es crear cuadros digitales, en donde
lo que importa es la atmósfera y los pequeños detalles.
Sigue habiendo personajes en un primer plano pero me
interesa más el fondo y como se relacionan con él.
Mi obra adopta una cualidad melancólica, aunque lo melancólico
siempre estuvo ahí. Como si esto fuese inherente a mi alma.
Mis mundos de fantasía son cada vez más oscuros y barrocos.
Al final de esta etapa me paso directamente del photoshop al art rage, un
programa de ilustración digital específico y consigo crear obras pictóricas
siniestras y bellas.
En estos momentos ya vivo en Barcelona y estamos en el
2009 y realizo mis primeras exposiciones de ilustración y colaboro con varios
proyectos.
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